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Los viajeros sabemos que los vuelos para llegar a un destino son nuestra principal contribución a la contaminación atmosférica, pero encontrar la forma de reducir nuestra huella de carbono no es fácil.

Pero para facilitar la tarea, Google ha lanzado una nueva herramienta disponible gratuitamente en su buscador de vuelos.

Esta, permite conocer el volumen de emisiones de carbono aproximado de cada vuelo, de modo que podamos elegir el más amigable con el medio ambiente para llegar a un destino.

La herramienta fue dada a conocer por el CEO de Google, Sundar Pichai, y está disponible en Google Viajes, Google Flights, Google Hoteles y Google Maps.

“Nuestros productos pueden hacer más que sólo brindar respuestas, podemos ofrecerte opciones para vivir de manera más sostenible. Así que el año pasado también nos comprometimos a ayudar a 1.000 millones de personas a tomar decisiones más sostenibles para 2022”, explicó Pichai.

El cálculo de las emisiones es específico para cada vuelo en el sistema y toma en cuenta no solo la distancia entre origen y destino, sino el tipo de avión y de asiento que elijas.

Por ejemplo, quienes eligen viajar en primera clase causan un daño más grande al ambiente porque sus asientos ocupan más espacio y por ende representan un mayor porcentaje de las emisiones del vuelo.

Cuanto contaminas en cada clase de un avión

Del mismo modo, las aerolíneas que tienen aviones más modernos, contaminan menos.

Los usuarios que utilicen Google Vuelos, pueden organizar sus resultados de menores a mayores emisiones como un criterio para tomar su decisión.

Adicionalmente, pueden optar por ocultar las rutas contaminantes de los resultados, de modo que solo verías aquellos vuelos cuyas emisiones se encuentren por debajo del promedio.

Se trata de vuelos que serán destacados con una etiqueta verde para que sean fáciles de identificar.

¿Cómo calcula Google las emisiones de carbono de cada vuelo?

De acuerdo a información de la empresa, las estimaciones se basan en las que ofrece la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), cuyo modelo algorítmico, que data de 2019, se considera el más actualizado disponible.

Los detalles de estos cálculos se pueden ver aquí.

De momento Google no tiene información de algunos datos que impactan en la contaminación de cada vuelo, como lo son el si usa o no combustible ecológico o si vuela a favor o en contra de las corrientes de aire.

De acuerdo a un estudio de el Consejo Internacional de Transporte Limpio, el elegir una ruta que contamine menos, no necesariamente representa un costo mayor para el viajero, por lo que tomar en cuenta las emisiones del vuelo es una de las mejores decisiones que puedes tomar.

El sistema también se suma a la idea de eliminar los vuelos cortos cuando esto es posible, y por ello si estás pensando volar entre dos ciudades donde se puede hacer el viaje en tren, el buscador te señalará esta opción.

Países como Alemania, Francia y Austria ya promueven activamente el eliminar los vuelos cortos, pero con esto puedes tomar al alternativa ecológica aún en países que no han adoptado esta política.

¿Cómo encontrar la estimación de las emisiones de vuelos?

  1. Dirígete a la página de Google Flights
  2. Busca tu ruta tal y como lo harías normalmente
  3. La estimación sobre las emisiones se muestra en la tercera columna de los resultados, entre el número de escalas y el precio.
  4. Las flechas a mano derecha te permiten ordenar los vuelos de menores a mayores emisiones.
  5. Si quieres ver únicamente opciones con bajas emisiones puedes elegir la opción mediante los filtros.

Para conocer el nuevo sistema, en Viajeros en Ruta probamos el nuevo buscador de vuelos.

Por ejemplo, al buscar vuelos nacionales dentro de México, la búsqueda de rutas de Ciudad de México hasta La Paz en Baja California Sur nos indica que volar con Volaris en el vuelo de las 10:30 es la opción mas limpia al emitirse 24% menos contaminantes que en un vuelo promedio.

Google viajes emisiones contaminantes

Si en cambio se buscan vuelos internacionales, se descubre que la manera más limpia de llegar de México a Madrid es mediante Iberia, una ruta 16% menos contaminante que el promedio.

El vuelo más largo del mundo, que vuela de Nueva York a Singapur durante más de 18 horas genera 2.67 toneladas de carbono por pasajero.

Problemas del modelo

Pese a lo prometedor del modelo y lo positivo que resulte exponer opciones menos contaminantes, el modelo para mostrar emisiones de vuelos de Google tiene aún cosas por resolver.

De acuerdo a una investigación de la BBC, las cifras mostradas de contaminantes están maquilladas, y muestran un número menor al real.

Esto se debe a que el carbono de cada ruta es el único factor que el buscador muestra a los usuarios.

Pero los contaminantes que generan los aviones, no se limitan a estas y aproximadamente la mitad de los daños ecológicos que se producen quedan fuera de la ecuación.

De acuerdo a la compañía, se está trabajando en modelos que permitan tomar en cuenta todos los otros efectos dañinos de volar.

El Departamento de Estrategia Comercial, Energética e Industrial de Reino Unido advierte que no existe una forma precisa de calcular estos impactos hoy en día, y para conocer una cifra que se aproxime a la real, recomienda multiplicar las emisiones de CO2 por 1.9.

De cualquier modo, el sistema de Google Vuelos funciona para elegir la ruta menos contaminante, pues aunque los números reales sean mayores, los datos sobre quien tiene una mayor huella de carbono y quien una menos si son reales.

Esfuerzos de Google contra el cambio climático

La novedad de el conteo de emisiones en vuelos que ofrece Google es solo una de las varias que la compañía tiene como parte de la lucha contra el cambio climático.

Y es que mientras muchos gobiernos siguen ignorando el problema, algunas empresas toman la iniciativa para tratar de evitar la catástrofe que el uso de combustibles fósiles está causando.

En lo que se refiere a viajes, Google se ha sumado a la Coalición Travalyst donde junto a Visa, Booking, Skyscanner, Trip Group y TripAdvisor están trabajando en formas de llevar a que la industria adopte en masa las mejores prácticas de turismo sostenible.

En un sentido similar al de los vuelos, el buscador de hoteles de Google también destaca a los alojamientos que tienen un sello de buenas prácticas ecológicas, con lo cual invita a los viajeros responsables a elegirlos.

También en este buscador tienes la opción de usar el filtro para solo ver los alojamientos con certificados verdes.

Fuera del turismo, una entrada de blog de Sundar Pichai señala todo lo que Alphabet, la empresa matriz de Google hace en busca de la sustentabilidad.

Su trabajo va desde el ordenamiento vehicular con los semáforos, hasta los termostatos en las casas, y además destaca su compromiso de que todos sus centros de datos usen solo energía limpia en 2030.

Además de el trabajo de Google, también hay iniciativas de grandes compañías y de emprendedores turísticos para limpiar el mundo de los viajes.

Estas van desde el desarrollo del avión de hidrógeno, hasta la oferta de GreenGo.

¿Alguna vez has ido al bosque sin ningún objetivo? No vas a realizar ejercicio físico, ni a sacar fotos o interpretar el entorno, tampoco a caminar para llegar a un mirador con vistas panorámicas, sino simplemente pasear entre árboles y otras especies y dejarte sorprender por lo que aparece.

En el mundo de la tecnología y la inmediatez en el que vivimos parece casi imposible darse un tiempo para estar en la naturaleza sin hacer nada.

Paradójicamente, este “hacer nada” es lo que permite generar el espacio para abrirse a percibir el entorno con los sentidos y dejar que las cosas simplemente ocurran. Esta idea tan sencilla, pero a la vez poco frecuente es la base de un “baño de bosque”.

Bosque Armonía Baño de Bosque

Recuerdo perfectamente como el bosque alrededor de mi casa, en un pueblo pequeño de España donde me crie, me acompañó en mis momentos más difíciles durante la adolescencia.

Mis amigos árboles siempre estaban ahí cuando sentía un torrente de emociones que no podía controlar o cuando simplemente buscaba un lugar tranquilo para estudiar y preparar mis exámenes.

El bosque para mí siempre fue un espacio de acogida y contención donde podía regalarme un tiempo de tranquilidad para sentir mi estado de ánimo. Indudablemente, después de esas escapadas, regresaba a casa más calmada, renovada y confiada.

Sin embargo, con el paso de los años empecé a darle más importancia a la experiencia de “llegar a un lugar”, como por ejemplo un mirador panorámico, en vez de “solo estar” en el bosque.

Por esta razón, cuando los baños de bosque llegaron a mí hace dos años me cautivó la idea: volver a mi relación original con los árboles, pasear por el bosque por el simple placer de estar ahí y abrirme a sentir lo que ocurre afuera y adentro. Empecé a informarme sobre la práctica, su origen y sus beneficios, y yo misma apliqué lo que aprendí en mis paseos.

Disfrutando de la naturaleza

De repente, cualquier bosque, por pequeño que fuera, cobraba sorprendente vida cuando yo estaba dispuesta a darme el tiempo de sentirlo.

Un entramado de conexiones de seres únicos y asombrosos se mostraba ante mí: magníficos árboles de troncos gruesos con ramas que se extendían en maravillosos fractales, testigos de muchas generaciones; hermosas flores rosadas escondidas entre el follaje, un sinfín de tonalidades de azul y verde (¿cómo podemos encasillar tantos matices en dos palabras?), aves que se acercaban a mí y me deleitaba con su canto, mantos de musgos relucientes a veces cubiertos de llamativos hongos, telarañas creadas con las tecnologías más avanzadas…

No era un escenario creado para mí, esa vida siempre estuvo ahí, lo único que cambiaron fueron mis ganas de verlo y explorarlo, sin prisas, sin preocupaciones, sin las ansias de llegar. En ese momento entendí la magia de los baños de bosque y la importancia de difundir la práctica para que más personas pudieran acercarse al bosque con ese asombro y curiosidad pueril para beneficiarse de sus efectos terapéuticos.

Origen de los baños de bosque

En los baños de bosque se dice que “el bosque te da la medicina que necesitas, y para cada uno es distinta”. Todo lo que tenemos que hacer nosotros es abrirnos a recibirla, y por eso se crearon este tipo de paseos en los que se fomenta una interacción con la naturaleza para que apoye tu estado emocional en ese día y en ese momento.

una persona sintiendo las sensaciones que deja un tronco de árbol durante un baño de bosque

Con el nombre “Shinrin yoku”, que significa literalmente bañarse en la atmósfera del bosque, esta práctica de bienestar surgió en los años 80 en Japón como prevención ante el estrés laboral que en ese momento estaba provocando muchos suicidios. La agencia forestal nipona empezó a recetar baños de bosque a las poblaciones urbanas como terapia de relajación mental y física.

No obstante, hay muchos factores que pueden dificultar que el visitante logre momentos de conexión con la naturaleza si priorizamos la expectativa de “llegar a algún lugar”.

Tampoco podemos disfrutar de la experiencia plenamente si tenemos que recorrer muchos kilómetros y nos causa fatiga, o si estamos preocupados de los tiempos, de las condiciones del sendero, de los posibles peligros del entorno… Para superar estas y otras barreras, se empiezan a fundar en Japón las primeras escuelas de guías de baños de bosque y terapia de bosque , enfocados en acompañar y apoyar a los participantes en su interacción con el bosque.

Poco a poco, el interés por la medicina forestal creció mundialmente y se crearon varias organizaciones en Europa y Estados Unidos comprometidas a seguir difundiendo la práctica y a profundizar en la investigación científica.

La naturaleza es la protagonista e impulsa tu bienestar en los baños de bosque

El guía de baño de bosque diseña un paseo para un grupo específico, con una serie de invitaciones que fomentan la apertura de los sentidos y el contacto con la naturaleza.

Durante la actividad su función principal es la de acompañar, apoyar y garantizar la seguridad del lugar con el propósito de que el participante se relaje y se concentre solo en disfrutar.

Si bien cada baño de bosque es distinto en función de las características de las personas, todos los paseos se basan en una secuencia claramente estudiada y estructurada en distintas etapas y momentos que permiten profundizar en la experiencia.

La ciencia que avala los baños de bosque

Desde que se crearon este tipo de prácticas hace 40 años en Japón, numerosos científicos han llevado a cabo estudios para evidenciar el vínculo entre el contacto con la naturaleza y la mejora del bienestar.

Actualmente se siguen realizando investigaciones para ahondar en los mecanismos concretos que provocan esos efectos terapéuticos.

Los cinco sentidos se activan durante los baños de bosque

En un estudio publicado en 2009 por el Dr. Qing Li, inmunólogo y uno de los máximos expertos del “shinrin yoku”, concluye que los baños de bosque aumentan la actividad de las células anticancerígenas parcialmente gracias a la inhalación de fitoncidas.

Precisamente las fitoncidas, aceites esenciales que emanan de algunas especies de árboles y plantas para protegerse ante posibles amenazas, son un elemento clave en los efectos terapéuticos de la naturaleza para nuestro organismo.

Cuando nosotros inhalamos estas sustancias volátiles conseguimos el mismo efecto: refuerzan y protegen nuestro cuerpo de posibles infecciones y enfermedades.

Además, la exposición a entornos naturales favorece una reducción del cortisol, la hormona del estrés, y permite la restauración cognitiva .

Por otro lado, los baños de bosque reducen la presión arterial y el ritmo cardiaco, incrementan la actividad del sistema parasimpático, fomentando un estado de relajación, aumentan los estados de ánimo positivos y disminuyen los negativos.

Mujer en un baño de bosque en Chile

Si quieres saber más sobre los baños de bosque te dejo una lista de libros recomendados sobre la práctica, sus beneficios y los estudios científicos que la avalan:

● El poder del bosque, Dr. Qing Li
● Shinrin yoku: baños curativos de bosque, Yoshifumi Miyazaki
● Your guide to forest bathing, Amos Clifford
● La dosis natural, Florence Williams
● Sentir el bosque: la experiencia del shinrin yoku, Alex Gesse
● El poder curativo de la naturaleza, Eva M. Selhub y Alan C.

Para acompañar a la autora en un baño de bosque y saber más del tema puedes seguirla en:

Página web de Bosque Armonía

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Es un país poco conocido en Oceanía, pero cuando hablamos de turismo sostenible Palaos es un líder mundial al proteger su medio ambiente y promover los viajes responsables.

Ahora, Palaos lanza una nueva e innovadora iniciativa para recuperar su turismo después de la pandemia.

Si eliges hacer viajes sustentables, el país te premiará.

El programa se llama Ol’au Palau y será la punta de lanza para que volver a atraer viajeros, pues el turismo representaba antes de la pandemia el 85% de sus ingresos, por lo que es esencial para el país.

Ol’au es una palabra que en el idioma local, el palauano, sirve para invitar a un amigo a entrar a un espacio o lugar.

La promoción del turismo sostenible es impulsada no solo porque el país siempre ha tenido la sustentabilidad como punta de lanza de su política, sino por un estudio de mercado que indica que los viajeros cada vez están mas preocupados por no causar impactos negativos.

De acuerdo a las cifras que el país dio a conocer, tras la pandemia 77% de las personas son más conscientes de que su comportamiento puede ser dañino para el planeta y 72% desea que sus vacaciones sean sostenibles.

Hasta el día de hoy, Palaos tiene lugares y experiencias que solo los locales conocen.

Al participar en el programa Ol’au Palau, podrías convertirte en uno de los primeros extranjeros en acceder a estos lugares y ver una cara del país y su cultura totalmente exclusiva.

Es, sin embargo, una exclusividad que no se gana con dinero, sino con tu forma de viajar. Al demostrar un comportamiento respetuoso y apoyar un turismo regenerativo, irás acumulando puntos, y mientras más tengas los podrás cambiar por estas experiencias.

Así Palaos innova, pues es el primer país que adquiere una política para darle al turismo un valor mutuo. No solo el viaje te enriquece como persona, sino que tú dejas algo de vuelta y mejoras los lugares por donde viajas.

Archipiélago de Palaos

Es una filosofía que está detrás de los viajes de voluntariado o del turismo justo, que como individuos podemos practicar, y que incluso algunas empresas que promueven el turismo sostenible han hecho suyas, pero nunca se había adoptado a nivel nacional por un país entero.

Entre las acciones que te darán puntos se encuentran el compensar la huella de carbono de tu vuelo, usar protectores solares ecológicos, visitar sitios culturales significativos, consumir en negocios certificados que trabajan para reducir su impacto ambiental o consumir alimentos locales de origen sostenible.

No utilizar plásticos de un solo uso y demostrar interés por el país contestando cuestionarios sobre lo que hayas aprendido sobre su cultura en el viaje también aporta.

Los puntos los podrás cambiar por experiencias como ser llevado a lugares prístinos que solo conocen los locales, conocer a los ancianos de las aldeas y hablar con ellos, aprender técnicas tradicionales de pesca, comer en festines con las comunidades locales, nadar en cuevas ocultas o recibir recorridos especiales por puntos históricos.

Nadie que no participe en el programa Ol’au Palau será invitado a conocer estos lugares.

89% de las personas que participaron en el estudio dijeron que estarían más interesados en viajar a un país con un programa de recompensas y 85% dijo que esto los invitaría a comportarse mejor en el extranjero.

Alan T. Marbou, miembro de Palau Visitors Authority, habló sobre el programa.

“Al lanzar Ol’au Palau podemos recompensar a nuestros visitantes mas conscientes y proteger nuestro más valioso patrimonio turístico: nuestro medio ambiente prístino y nuestra cultura única.”

“La pandemia le ha dado a nuestro planeta una muy necesitada llamada de atención y una oportunidad de ver lo que es posible cuando le damos a la naturaleza la oportunidad de rebalancearse. Esperemos que Ol’au Palau llevará a más destinos a pensar en el verdadero costo del turismo y a pensar a quien recompensas con las mejores experiencias de su destino”.

No solo disfrutarás de Palaos, sino que ayudarás a preservarlo para futuras generaciones.

 

A partir de 2023 Swiss Air se convertirá en la primera aerolínea del mundo en usar combustible solar en sus aviones gracias a una nueva tecnología.

Con ello, darán un paso muy importante para lograr una aviación neutra en carbono y serán pioneros en este campo.

El proceso que Swiss usará se llama “Sun-to-liquid” y fue desarrollado por la empresa Synhelion.

Para su fabricación, se usa calor solar concentrado, que alcanza temperaturas de hasta 1,500 grados Celsius, para convertir una mezcla de agua y dióxido de carbono en un producto gaseoso llamado Syngas.

Este se puede convertir en queroseno a través de los procesos usuales para pasar el gas a estado líquido, y gracias a un sistema de almacenamiento de energía termal, la producción se puede llevar a cabo las 24 horas del día, sin importar que no haya sol.

Cabe mencionar que el combustible aún libera emisiones contaminantes, pero contrario al combustible normal, los únicos contaminantes que produce son aquellos mismos que se usaron en su fabricación.

De este modo se está reutilizando un contaminante que ya existía, y se reduce notablemente el impacto negativo que los vuelos tienen sobre nuestro medio ambiente.

Además, este Combustible Sostenible de Aviación (SAF) no requiere la utilización de productos agrícolas y elimina los miedos de otros querosenos ecológicos de que puedan requerir enormes extensiones de tierra para producirse al volverse de uso masivo.

De este modo complementa a las opciones que aerolíneas como Evelop y United ya han utilizado en sus vuelos.

Sun-to-liquid o hidrógeno

Aunque se considera que los aviones de hidrógeno son el futuro de la aviación, siendo la tecnología que finalmente nos permitirá volar sin contaminar, el desarrollo de estos aún está a, por lo menos, una década de distancia.

En el entretiempo, la industria aérea está obligada a disminuir sus emisiones contaminantes, siendo que hoy los aviones representan hasta el 3% de todo lo que contamina el ser humano, siendo esto el principal obstáculo para lograr un turismo sostenible.

En este contexto, la tecnología Sun-to-liquid que usará Swiss Airlines es una gran alternativa para comenzar a descarbonizar la industria.

Planta para producir combustible solar en Móstoles, España

De acuerdo a Synhelion, el proceso que usan permite producir combustible a un precio muy bajo que compite con los hidrocarburos tradicionales y que destruye el argumento económico que, aunque falso, es una de las principales banderas de quienes no quieren hacer lo necesario para descarbonizar nuestra economía.

Además, se trata de una tecnología fácilmente escalable que facilitará su rápida adopción.

Se puede mezclar con los combustibles tradicionales y para transportarse puede usar las instalaciones que todo aeropuerto ya tiene.

Synhelion ya está construyendo sus primeras instalaciones industriales en Jülich, Alemania, desde donde esperan producir 500,000 litros anuales de combustible en 2025, cuando abran las instalaciones.

Desde ahí tendrán un crecimiento exponencial para generar 875 millones de litros para 2030.

Los biocombustibles son una de las medidas que la Declaración de Toulouse señala para lograr una aviación neutra en carbono para 2050.

La empresa también planea una instalación en España y cuenta con el apoyo de Lufthansa.

De acuerdo a su información, sus plantas pueden instalarse en cualquier lugar del mundo con una radiación solar normal de 1,800 kWh/m2.

Esto implica que todo México y gran parte de América Latina, además de África, Medio Oriente, Australia e incluso Mongolia tienen condiciones ideales para su producción.

 

Los esfuerzos por lograr que la aviación se convierta en una industria no contaminante ha dado otro paso adelante con la firma de la Declaración de Toulouse.

En ella, los 27 países de la Unión Europea junto a otras 14 naciones y 146 empresas se han comprometido aque la aviación tenga cero emisiones netas de carbono para 2050.

La meta de un cero neto de carbono para el 2050 en la aviación se puso por primera vez en la mesa en octubre de 2021, cuando la IATA presentó un compromiso apoyado por todos sus miembros.

Con la declaración de Toulouse el Consejo de la Unión Europea, que en estos momentos es presidida por Francia busca reafirmar el compromiso de la UE y sus socios en este sentido.

La aviación produce por lo menos el 2.1% de todas las emisiones contaminantes causadas por el ser humano, pero el constante crecimiento de la industria y la dificultad de adoptar tecnologías limpias provocan que su contribución a la crisis climática vaya a crecer con el paso del tiempo.

aeropuerto de jets privados

Sin embargo, ya se están tomando medidas para combatir este mal, y en 2021 la UE presentó el estudio Destination 2050, con el que se espera lograr el ambiciosos objetivo.

De acuerdo a Destination 2050 existen 4 formas mediante las cuales se puede llegar al cero neto, todas posibles, pero retadoras.

1.- Tecnología

En este campo viene la mayor parte de las ganancias que se pueden lograr, esto al desarrollar aviones y motores que no necesiten usar hidrocarburos para funcionar.

Ya hay varias empresas de innovación trabajando en este sentido al desarrollar aviones eléctricos o a base de hidrógeno.

El problema es que, de momento, los aviones eléctricos solo pueden remplazar a avionetas de pocos pasajeros y con rutas cortas, y los de hidrógeno siguen en etapa de desarrollo.

Airbus está desarrollando los aviones de hidrógeno, que espera estén disponibles comercialmente para 2035.

Aerolíneas de España, Islandia y Estados Unidos también trabajan con Universal Hydrogen para tener avionetas de hidrógeno más pequeñas para 2025.

Los aviones eléctricos ya volaron en Canadá y buscan empezar a hacerlo comercialmente de modo regular en rutas cortas.

Para lograr los objetivos, la tecnología debe estar desarrollada entre 2027 y 2030 para aplicarse en 2035 y en 2045 se lograría en aviones grandes (de dos pasillos).

París también ha mostrado interés en transformar sus aeropuertos para convertirlos en los primeros hubs de hidrógeno a nivel mundial.

2.- Biocombustibles

El combustible sostenible de aviación ya está disponible y se usa en algunos vuelos, y mientras se desarrolla tecnología limpia son la mejor manera de reducir emisiones, pues son hasta 34% mas limpios.

El biocombustible no requiere transformar la estructura ni los motores de los aviones, lo que da la ventaja de no necesitar inversiones adicionales.

Aerolíneas como Evelop y United ya han completado vuelos usando solo biocombustible, que se produce con desechos orgánicos en lugar de con hidrocarburos.

Avión de Evelop Airlines

Como problema está el que su producción no tiene estímulos y es más cara y que su uso generalizado puede llevar a deforestación para cultivar la materia prima para fabricarlo.

3.- Medidas económicas

Un 8% de las emisiones causadas por la aviación pueden eliminarse tomando sencillas medidas de corte económico.

La principal de ellas es poner un costo a las emisiones contaminantes, el cual impulsará a las aerolíneas (y a otras empresas en otros ámbitos) a adoptar tecnología y prácticas amigables con el medio ambiente para evitar los gastos adicionales.

Este impuesto debe aplicarse lo antes posible para incrementar su impacto, pues conforme más nos tardemos y más avance la tecnología limpia por su propio impulso, los beneficios que cause se pueden perder, dejándonos con las emisiones que no eliminamos a tiempo como problema futuro.

4.- Administración del tráfico aéreo

Un 6% de reducción de emisiones se puede lograr simplemente con una mejor administración del tráfico aéreo, para lo cual desde 2004 se planteó la creación del Cielo Único Europeo.

Con esta serie de procedimientos coordinados en todo el bloque europeo se lograrían cielos menos congestionados, y más libertad para que las aerolíneas puedan elegir rutas que requieran menos consumo de combustibles y más seguridad.

Este es el campo donde se tiene un retrazo mucho mayor en su implementación, pues se esperaba que estuviera implementado completamente en 2020, pero solo se ha logrado un 37% de avance.

Intereses políticos son los que más retrazan los avances en este campo.

La mejor administración del espacio aéreo también sufre en otros países.

Por ejemplo en México, la creación del aeropuerto de Santa Lucía en lugar del NAIM que López Obrador canceló, ha obligado a cambiar las rutas de acceso a los aeropuertos de la capital, lo cual implica no solo más riesgo, sino más tiempo en el aire, y con ello más emisiones contaminantes, todo para un proyecto que no va a resolver los problemas de saturación en la capital.

¿Qué más dice la Declaración de Toulouse?

La declaración reconoce el valor de la aviación como una industria esencial para mantener la conectividad y los intercambios comerciales y sociales del mundo y enfatisa que descarbonizar el sector es un reto complejo.

También aclara que se busca la recuperación de la industria, que se vio particularmente afectada por la pandemia del Covid-19 y que, junto con el turismo, apenas se recupera.

En este sentido aclara que los cambios que son benéficos para el medio ambiente, también resultan benéficos desde el punto de vista económico, por lo que los beneficios de trabajar en este sentido se multiplican.

volveremos a viajar

Finalmente, los firmantes invitan a que durante la 41 asamblea de la Organización de Aviación Civil Internacional se adquiera el mismo compromiso a nivel global y que se establezcan herramientas de cooperación y ambiciosos compromisos intermedios que permitan llegar a la meta.

Además de los países de la UE otras 13 naciones se sumaron a la declaración.

Se trata de Albania, Canadá, Estados Unidos, Georgia, Islandia, Japón, Marruecos, Moldavia, Mónaco, Noruega, Reino Unido, San Marino y Serbia.

Aunque acudieron a la reunión Brasil, China, Egipto, India, Indonesia, Rusia, Sudáfrica y Turquía no se comprometieron a nada.

Entre las empresas que firmaron el compromiso se encuentran Air France y Easyjet, que ya han logrado avances propios en la descarbonización de sus flotas.

La pandemia fue vista como una oportunidad de relanzar la economía invirtiendo en tecnologías limpias.

Sin embargo también trajeron problemas como los vuelos a ninguna parte y los vuelos fantasma que contaminan de a gratis.