La Ciudad de México sigue viviendo una fiesta cultural que nos da cada vez mas museos para el disfrute de los viajeros, y 2018 terminó con la apertura de uno nuevo, la Casa Guillermo Tovar de Teresa.
No podíamos dejar de conocer este nuevo atractivo turístico de la Ciudad de México por lo que fuimos a visitarlo en sus primeros días de apertura.
Ubicada en la calle Valladolid #52 de la colonia Roma, la Casa Guillermo Tovar de Teresa se abrió como una filial del Museo Soumaya de la Fundación Carlos Slim.
Es el cuarto museo a cargo la Fundación y al igual que el también recientemente inaugurado Museo del Sitio de Chapultepec, es completamente gratis, haciéndola ideal para el viajero de bajo presupuesto.
Aunque la primera visita que hicimos desde Viajeros en Ruta se frustró por una falla técnica, pronto pudimos volver a este nuevo museo del que hoy les contamos.
Antes de entrar en detalles solo hay que mencionar que la visita tiene dos motivos de interés, uno es que alberga la enorme colección de objetos históricos y artísticos que Guillermo Tovar juntó en vida.
La otra es que da la oportunidad de viajar en el tiempo al conocer una de las casonas porfirianas de la Colonia Roma, por lo que nos abre la puerta a experimentar como vivían las familias de hace más de un siglo.
¿Quién fue Guillermo Tovar de Teresa?
Antes de visitar el museo, conozcamos a la persona a quién se lo debemos, Guillermo Tovar de Teresa.
Tovar de Teresa nace en el antiguo Distrito Federal el 23 de agosto de 1956 y desde niño se interesó por la cultura y la historia de México, siendo incluso consejero de arte del presidente Gustavo Díaz Ordaz a los 13 años de edad.
A los 23 años, publicó el primero de mas de 30 libros de arte, Pintura y escultura del Renacimiento en México, y a partir de esta, en cada obra hizo énfasis en valorar la pérdida de la riqueza tangible e intangible de la cultura mexicana.
Sus investigaciones también lo llevaron a comenzar su colección de objetos coloniales, muchos de los cuales fueron salvados por él, y que hoy conforman la colección de su museo.
Esta labor a favor del rescate de la historia y el arte de México, hace que su trabajo sirva a uno de los ejes del turismo sostenible, el rescate de la cultura, que hoy está disponible no solo para los chilangos, sino para todo viajero en la ciudad.
Guillermo Tovar de Teresa fue también nombrado cronista oficial de Ciudad de México en 1986, puesto al que renunció al considerar que una sola persona no podía capturar todos los acontecimientos de una ciudad tan grande.
En lugar de eso propuso que se creara el Consejo de Crónica de la Ciudad de México.
Guillermo Tovar y de Teresa murió el 10 de noviembre de 2013, cuando apenas tenía 57 años al agravarse una enfermedad mal atendida.
Su trabajo quedó trunco, pero su legado es hoy parte de este museo.
La casona de Valladolid #52
Alguna vez hogar de la élite política y cultural de México, la colonia Roma estuvo llena de casas porfirianas de inspiración europea que le daban un ambiente muy especial.
Lamentablemente la especulación inmobiliaria y la falta de respeto al patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad llevaron a que muchas de ellas fueran demolidas sin importar su valor.
Hoy han sido remplazadas por construcciones modernas y la depredación continúa con la destrucción sin permisos de monumentos artísticos para levantar edificios.
Ante un crimen cultural que no se ha hecho un verdadero esfuerzo por detener, el conservar esta casona porfiriana es un éxito que le da gran valor al museo Casa Guillermo Tovar de Teresa.
El historiador compró la casa en 1995, cuando estaba en estado ruinoso y trabajó en ella dos años para rescatar su arquitectura y poder habitarla.
Fue el último hogar de Tovar de Teresa y hoy tiene las puertas abiertas a los viajeros.
Entre los datos históricos que se conocen del edificio está la de que se construyó entre 1910 y 1911, ya en plena Revolución, por lo que es uno de los últimos ejemplos de arquitectura porfirista en la Ciudad de México.
Su dueño original fue Roberto de J. Álvarez.
Hoy puedes recorrer tanto su planta principal como su jardín central, quedando el segundo piso y el llamado jardín secreto de momento cerrados a los visitantes.
La colección de la Casa Guillermo Tovar de Teresa
Llega ahora si la hora de descubrir la colección del museo, que comienza cruzando la puerta principal y ya en el vestíbulo se tiene la primera impresión de lo que el museo depara.
Desde trabajos de artesanía novohispana y europea como el espejo hecho en Amozoc, Puebla en 1817 y el arcón oaxaqueño de 1830 hasta las obras de arte que en esta primera sala incluyen retratos y representaciones de la virgen de Guadalupe.
A mano izquierda se entra a la sala de recepciones, donde destaca un pegaso de vidrio soplado, una de las piezas favoritas de Tovar y una colección de retratos algunos antepasados del historiador.
Frente a esta salita, el grueso de la colección se ve a lo largo de un corredor donde se camina a través de tres salones.
En estos se tienen maravillas como el cristo expirante de Gaspar Núñez Delgado, la pieza mas antigua de todo el museo y que data de 1585 así como un natividad en madera mexicana de 1680 y esculturas del Arcángel Gabriel que vienen de Guatemala.
Finalmente se pueden ver el comedor y la habitación de la casa, antes de salir al jardín y sentarse en una banca perfecta para parejas.
Una crítica tenemos que hacerle al museo y es que en cada sala solo se explican unas pocas piezas en pantallas electrónicas, pero la mayor parte del acervo no ofrece datos al visitante.
Nosotros llegamos a tiempo para hacernos de un ejemplar de la revista Soumaya que si detalla cada pieza de la colección, pero se nos dijo que una vez que esta se agote ya no habrá mayor información.
Despedida de la casa
No nos queda sino mencionar dos datos interesantes del nuevo museo de Ciudad de México.
El primero es que a la muerte de Tovar y de Teresa, gran parte de su colección no estaba catalogada y se requirió de un trabajo de dos años de parte de su familia para investigar y clasificar las piezas.
El otro es que la casa también tiene la biblioteca y el archivo del historiador, y que este está disponible para investigadores.
Así que una vez saliendo del museo, se los recomendamos e invitamos a que lo conozcan.
He visitado 23 países de cuatro continentes y mi filosofía es que, en todo lugar hay algo por descubrir.
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