Cómo la fuente de Salto del Agua llegó a Tepotzotlán
Tepotzotlán es el pueblo mágico más cercano a la Ciudad de México y por ello un popular destino para quienes escapan de la ciudad, ya sea en un viaje de ida y vuelta o pasando allá la noche.
Pero entre toda la belleza y experiencias que ofrece, Tepotzotlán tiene un secreto, que sorprenderá a gran parte de los habitantes de la capital del país.
Resulta que uno de los símbolos más conocidos de la CDMX, la fuente de Salto del Agua, se encuentra en realidad dentro de este pueblo.
En cambio, el monumento que miles de personas ven cada día al caminar sobre la avenida José María Izazaga es, en realidad, una reproducción.
¿Cómo llegó la fuente de Salto del Agua a Tepotzotlán?
Fue en la década de los años 70 cuando la fuente dejó el lugar donde se encontraba desde el 20 de marzo de 1779, aún durante la colonia.
Su mudanza se dio debido en gran medida a la construcción de la línea 1 del metro, sistema que vino a revolucionar la movilidad sustentable en la capital, pero que obligó a cambiar la imagen urbana.
La línea 1 del metro, una de las 12 que, aunque insuficientes, ayudan a mover a millones de personas al año, circula a lo largo de Avenida Chapultepec.
Con ello sigue parte del trazo del antiguo acueducto que corría sobre la avenida y que tenía en uno de sus extremos la fuente de Salto del Agua.
En ese punto, uno de los límites del centro histórico que se puede descubrir con esta ruta de las iglesias, se construyó una de las estaciones de la línea, que justamente recibió el nombre de Salto del Agua.
Pero el descuido en que se encontraba el monumento, que ya no cumplía su función original y que estaba ahogado por el tráfico vehicular, además de las obras, llevaron a que se decidiera mudarlo para conservarlo.
En Tepotzotlán, el Museo Nacional del Virreinato había abierto sus puertas en 1964.
Al tratarse de una de las mejores obras de artes coloniales, este museo resultó un lugar ideal para el querido monumento.
En su lugar original, se colocó una réplica, que es la que las miles de personas que cada día acuden al registro civil o a las áreas circundantes pueden contemplar.
La reproducción fue obra de Guillermo Ruíz.
La fuente de Salto del Agua original
Hablar de Tepotzotlán es hablar del Museo Nacional del Virreinato, y es en este lugar donde encontrarás la auténtica fuente de Salto del Agua.
Tras conocer siglos de historia mexicana en el recinto, la visita suele terminar en las huertas del antiguo colegio, enormes jardines que ofrecen esparcimiento a los viajeros en ruta por el lugar.
Es en estos jardines donde la fuente de Salto del Agua encontró un hogar.
Semi escondida para que sean pocos quienes la moleste, y seca tras décadas de que el agua no corra por ella, el monumento se encuentra en la cima de una pequeña escalera.
Ninguna placa, ni señal indica a los curiosos que es y como llegó hasta ahí, así que sólo quienes están familiarizados con esta historia pueden identificarla.
Visitarla es, para los viajeros en ruta capitalinos, conocer un símbolo de su ciudad.
Para el resto de los mexicanos y extranjeros que llegan a ella, se trata de contemplar una de las obras escultóricas más bellas que sobreviven.
Apúntala cuando en tu recorrido por los pueblos mágicos de México vayas a Tepotzotlán.
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