Mujer relajándose en un bosque de la Patagonia

Rosa Sala Planiol

Baños de bosque para nuestro bienestar

Chile, Turismo de Salud, Turismo Sostenible

¿Alguna vez has ido al bosque sin ningún objetivo? No vas a realizar ejercicio físico, ni a sacar fotos o interpretar el entorno, tampoco a caminar para llegar a un mirador con vistas panorámicas, sino simplemente pasear entre árboles y otras especies y dejarte sorprender por lo que aparece.

En el mundo de la tecnología y la inmediatez en el que vivimos parece casi imposible darse un tiempo para estar en la naturaleza sin hacer nada.

Paradójicamente, este “hacer nada” es lo que permite generar el espacio para abrirse a percibir el entorno con los sentidos y dejar que las cosas simplemente ocurran. Esta idea tan sencilla, pero a la vez poco frecuente es la base de un “baño de bosque”.

Bosque Armonía Baño de Bosque

Recuerdo perfectamente como el bosque alrededor de mi casa, en un pueblo pequeño de España donde me crie, me acompañó en mis momentos más difíciles durante la adolescencia.

Mis amigos árboles siempre estaban ahí cuando sentía un torrente de emociones que no podía controlar o cuando simplemente buscaba un lugar tranquilo para estudiar y preparar mis exámenes.

El bosque para mí siempre fue un espacio de acogida y contención donde podía regalarme un tiempo de tranquilidad para sentir mi estado de ánimo. Indudablemente, después de esas escapadas, regresaba a casa más calmada, renovada y confiada.

Sin embargo, con el paso de los años empecé a darle más importancia a la experiencia de “llegar a un lugar”, como por ejemplo un mirador panorámico, en vez de “solo estar” en el bosque.

Por esta razón, cuando los baños de bosque llegaron a mí hace dos años me cautivó la idea: volver a mi relación original con los árboles, pasear por el bosque por el simple placer de estar ahí y abrirme a sentir lo que ocurre afuera y adentro. Empecé a informarme sobre la práctica, su origen y sus beneficios, y yo misma apliqué lo que aprendí en mis paseos.

Disfrutando de la naturaleza

De repente, cualquier bosque, por pequeño que fuera, cobraba sorprendente vida cuando yo estaba dispuesta a darme el tiempo de sentirlo.

Un entramado de conexiones de seres únicos y asombrosos se mostraba ante mí: magníficos árboles de troncos gruesos con ramas que se extendían en maravillosos fractales, testigos de muchas generaciones; hermosas flores rosadas escondidas entre el follaje, un sinfín de tonalidades de azul y verde (¿cómo podemos encasillar tantos matices en dos palabras?), aves que se acercaban a mí y me deleitaba con su canto, mantos de musgos relucientes a veces cubiertos de llamativos hongos, telarañas creadas con las tecnologías más avanzadas…

No era un escenario creado para mí, esa vida siempre estuvo ahí, lo único que cambiaron fueron mis ganas de verlo y explorarlo, sin prisas, sin preocupaciones, sin las ansias de llegar. En ese momento entendí la magia de los baños de bosque y la importancia de difundir la práctica para que más personas pudieran acercarse al bosque con ese asombro y curiosidad pueril para beneficiarse de sus efectos terapéuticos.

Origen de los baños de bosque

En los baños de bosque se dice que “el bosque te da la medicina que necesitas, y para cada uno es distinta”. Todo lo que tenemos que hacer nosotros es abrirnos a recibirla, y por eso se crearon este tipo de paseos en los que se fomenta una interacción con la naturaleza para que apoye tu estado emocional en ese día y en ese momento.

una persona sintiendo las sensaciones que deja un tronco de árbol durante un baño de bosque

Con el nombre “Shinrin yoku”, que significa literalmente bañarse en la atmósfera del bosque, esta práctica de bienestar surgió en los años 80 en Japón como prevención ante el estrés laboral que en ese momento estaba provocando muchos suicidios. La agencia forestal nipona empezó a recetar baños de bosque a las poblaciones urbanas como terapia de relajación mental y física.

No obstante, hay muchos factores que pueden dificultar que el visitante logre momentos de conexión con la naturaleza si priorizamos la expectativa de “llegar a algún lugar”.

Tampoco podemos disfrutar de la experiencia plenamente si tenemos que recorrer muchos kilómetros y nos causa fatiga, o si estamos preocupados de los tiempos, de las condiciones del sendero, de los posibles peligros del entorno… Para superar estas y otras barreras, se empiezan a fundar en Japón las primeras escuelas de guías de baños de bosque y terapia de bosque , enfocados en acompañar y apoyar a los participantes en su interacción con el bosque.

Poco a poco, el interés por la medicina forestal creció mundialmente y se crearon varias organizaciones en Europa y Estados Unidos comprometidas a seguir difundiendo la práctica y a profundizar en la investigación científica.

La naturaleza es la protagonista e impulsa tu bienestar en los baños de bosque

El guía de baño de bosque diseña un paseo para un grupo específico, con una serie de invitaciones que fomentan la apertura de los sentidos y el contacto con la naturaleza.

Durante la actividad su función principal es la de acompañar, apoyar y garantizar la seguridad del lugar con el propósito de que el participante se relaje y se concentre solo en disfrutar.

Si bien cada baño de bosque es distinto en función de las características de las personas, todos los paseos se basan en una secuencia claramente estudiada y estructurada en distintas etapas y momentos que permiten profundizar en la experiencia.

La ciencia que avala los baños de bosque

Desde que se crearon este tipo de prácticas hace 40 años en Japón, numerosos científicos han llevado a cabo estudios para evidenciar el vínculo entre el contacto con la naturaleza y la mejora del bienestar.

Actualmente se siguen realizando investigaciones para ahondar en los mecanismos concretos que provocan esos efectos terapéuticos.

Los cinco sentidos se activan durante los baños de bosque

En un estudio publicado en 2009 por el Dr. Qing Li, inmunólogo y uno de los máximos expertos del “shinrin yoku”, concluye que los baños de bosque aumentan la actividad de las células anticancerígenas parcialmente gracias a la inhalación de fitoncidas.

Precisamente las fitoncidas, aceites esenciales que emanan de algunas especies de árboles y plantas para protegerse ante posibles amenazas, son un elemento clave en los efectos terapéuticos de la naturaleza para nuestro organismo.

Cuando nosotros inhalamos estas sustancias volátiles conseguimos el mismo efecto: refuerzan y protegen nuestro cuerpo de posibles infecciones y enfermedades.

Además, la exposición a entornos naturales favorece una reducción del cortisol, la hormona del estrés, y permite la restauración cognitiva .

Por otro lado, los baños de bosque reducen la presión arterial y el ritmo cardiaco, incrementan la actividad del sistema parasimpático, fomentando un estado de relajación, aumentan los estados de ánimo positivos y disminuyen los negativos.

Mujer en un baño de bosque en Chile

Si quieres saber más sobre los baños de bosque te dejo una lista de libros recomendados sobre la práctica, sus beneficios y los estudios científicos que la avalan:

● El poder del bosque, Dr. Qing Li
● Shinrin yoku: baños curativos de bosque, Yoshifumi Miyazaki
● Your guide to forest bathing, Amos Clifford
● La dosis natural, Florence Williams
● Sentir el bosque: la experiencia del shinrin yoku, Alex Gesse
● El poder curativo de la naturaleza, Eva M. Selhub y Alan C.

Para acompañar a la autora en un baño de bosque y saber más del tema puedes seguirla en:

Página web de Bosque Armonía

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Soy guía certificada de Baño de bosque por la Forest Therapy Hub, licenciada en Periodismo y obtuve una maestría en Periodismo de Viajes por la Universidad Autónoma de Barcelona. Cofundadora de Bosque Armonía, empresa dedicada a ofrecer baños de bosque y otras actividades enfocadas al bienestar de las personas y al desarrollo de más conciencia de cuidado ambiental.
Rosa Sala Planiol
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