Bélgica tomó la decisión de destruir uno de sus monumentos históricos mas significativos por dinero, después de que esta semana desmantelaron el puente medieval de Tournai.
Esto, pese a que la población se manifestó en contra del proyecto que implicaba perder para siempre un símbolo de la ciudad y uno de los pocos vestigios de la historia militar de la Europa Medieval que existían.
Los beneficiados de este golpe al patrimonio cultural, son la industria de los cruceros, que suelen encontrar en la historia y en la naturaleza obstáculos para expandir su negocio.
El proyecto de desmantelar el puente medieval de Tournai llevaba en el papel desde 2016, y siempre contó con la oposición de la gente de la ciudad, pero pese a todos los esfuerzos el 2 de agosto se comenzó a desaparecerlo.
Pese a la temprana hora, los habitantes de Tournai acudieron a las orillas del río Escalda para despedirse de uno de sus más importantes símbolos.
Entre ellos, se encontraba una chelista que tocaba música mortuoria y Marie-Christine Marghem, la ministra de Energía del país, la única persona del gobierno que se manifestó contra lo ocurrido.
“Una persona de Tournai como yo, acompaña a su ciudad en sus alegrías y en sus penas, y por ello estoy al pie de nuestro amado Puente de los Agujeros desde el amanecer, para ver como unos burócratas atacan al monumento sin seguir ningún procedimiento adecuado de protección al patrimonio bajo la triste mirada de los locales”, escribió en Facebook.
Su voz, como la de mas de 20,000 personas en Tournai fue ignorada.
Historia del puente medieval de Tournai
Construido entre 1281 y 1304, el puente medieval de Tournai era un icono y uno de los principales atractivos turísticos de esta ciudad de Bélgica.
Sin embargo, su valor iba mucho más allá de su antigüedad.
La construcción no era un puente en el sentido estricto de la palabra, ya que su construcción no tuvo como fin el ayudar a cruzar de un lado al otro del río Escalda.
Se trataba en su lugar de una construcción defensiva, cuyo propósito era justamente evitar el paso de grandes embarcaciones, que pudieran atacar la ciudad.
Además de ser un testimonio de la historia medieval y militar de Bélgica, el puente medieval de Tournai era uno de los pocos vestigios que quedan en el mundo de un tipo de arquitectura casi desaparecido.
Antes de la destrucción del puente de los agujeros, solo quedaban tres de estas puertas fluviales en Europa.
Solo dos sobreviven hoy.
El puente marcaba la entrada al centro histórico de la ciudad, mismo que resguarda monumentos patrimonio de la humanidad.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el monumento, como gran parte de Tournai fue bombardeado y tuvo que ser reconstruido terminado el conflicto.
Es este hecho el que sirvió como argumento para negar su valor histórico y proceder a desaparecerlo.
Esto pese a que el lugar estaba catalogado como monumento protegido por el gobierno de Valonia desde 1991.
Pero cabe mencionar que son muchos los edificios en los centros de Europa que fueron reconstruidos tras su desaparición, sin que esto lleve a que se niegue su valor.
Irónicamente lo que nació para defender Tournai de los barcos, ahora cae justamente para abrirles paso.
El proyecto del gobierno
Para las autoridades de la ciudad, fue mas importante el abrir paso a embarcaciones que puedan pesar hasta 2,000 toneladas. El puente en su estado anterior solo permitía pasar a las que pesaban máximo 1,500.
La necesidad de cambio era para sumarse a un proyecto de un gran canal fluvial que unirá el Benelux con el puerto francés de El Havre, y que eventualmente llegará al Sena.
Además del paso a cruceros turísticos, barcos de carga también serán beneficiados.
Si bien nunca se negó la necesidad de sumarse a este proyecto, por lo menos otros cuatro proyectos que estaban sobre la mesa y no implicaban destruir el patrimonio fueron rechazados.
Las autoridades adquirieron el compromiso de reconstruir el puente solo alterando sus dimensiones y con las rocas originales.
Pero tanto la publicación de Marghem, como los videos de la destrucción mostraron que lo que ocurrió no fue un desmantelamiento en toda regla para preservar el puente.
Las grúas golpearon la estructura, las rocas no fueron marcadas para recolocarse en su lugar, y decenas de ellas cayeron al fondo del río perdiéndose para siempre.
No se ha presentado un plan maestro de como se vería el monumento después de que se le intervenga.
Algo similar sería impensable en Francia, comentaron expertos del país vecino, donde el incendio de Notre Dame que se vivió este año ha llevado a un proyecto de reconstrucción que preservará en todo lo posible el estado original del monumento.
Turismo sostenible y patrimonio
Uno de los ejes del turismo sostenible es la cultura, y este pasa por preservar y proteger los monumentos históricos como parte de la riqueza e identidad de un lugar.
Ante cualquier proyecto, se debe buscar como hacer que la modernidad y el respeto al pasado se combinen, de modo que uno no sacrifique al otro.
Mientras en México la reconstrucción del Patrimonio Dañado en el Sismo nos muestra como llevar a cabo esta tarea, lo ocurrido en Bélgica es justo lo contrario a lo que debe darse.
Existían opciones para preservar el puente, pero se eligió la opción más fácil.
Hoy solo las dos torres sobreviven recordando el monumento del que alguna vez fueron parte.
Estas si son las originales del Medievo y por ley no pueden ser dañadas.
Si quieres conocer mas de como la industria de los cruceros ha afectado la sostenibilidad, puedes ver como también amenazan los corales de las Islas Caimán y como tienen en jaque el futuro de Venecia.
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