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Con la recuperación turística postpandemia, cada vez más destinos están convencidos de que menos es más.

Por ello, para evitar los daños que provoca el turismo de masas, están buscando la manera de limitar el número de viajeros que reciben.

El destino más reciente que se suma a esta tendencia es Oahu, la isla más poblada de Hawái, que ve en esta medida una manera para acercarse a un turismo sostenible.

Oahu, contrario a Ni’ihau, que está cerrada a los viajeros, es una de las islas más populares del archipiélago, y en su territorio se encuentra la capital del estado Honolulu.

Además de playas como Waikiki, en ella puedes conocer Pearl Harbor y Diamond Head, el volcán más popular de la isla.

Como Praga o Venecia, la isla descubrió durante la pandemia que no tener un exceso de turistas era una bendición, pero con el turismo nacional abierto, Oahu ya está de nuevo al límite.

Esto, sin que se reciban aún turistas internacionales, lo cual ha llevado a que la Autoridad de Turismo de Hawái (HTA) se una con organizaciones locales para establecer reglas y evitar el crecimiento sin límites de los visitantes.

El plan fue entregado a las autoridades en julio, y tras su aprobación fue dado a conocer al público en general.

Tiene tres pilares que son:

  1. Atraer viajeros responsables
  2. Encontrar soluciones para las atracciones con un exceso de visitantes
  3. Mejorar las condiciones de los recursos naturales y culturales de Hawái.

Para esto, Oahu planea atacar los sitios de alojamiento ilegales y controlar el desarrollo de nuevos hospedajes.

Además se explora el poner un límite al número de visitantes que pueden ingresar a cada destino de la isla.

Como un apoyo para esto, se quiere promover la app GoHawaii, que puede servir para mandar información en tiempo real a los visitantes cuando un destino esté saturado, dándoles recomendaciones para que vayan a otros lugares cercanos.

Al igual que Venecia se lo está planteando, los sitios más populares de la isla pueden tener tarifas variables para ser más caros cuando hay más demanda, y se explora la posibilidad de exigir una reservación para entrar.

Los cargos que se cobren irán enfocados a la regeneración de los sitios turísticos, en particular los naturales y culturales.

También se trabajará para promover los productos y las expresiones artísticas creadas por personas locales, de modo que, mediante un turismo justo, las ganancias generadas se queden en las comunidades locales.

Pese a la obsesión de Estados Unidos con los autos, también se contempla crear zonas peatonales para el beneficio colectivo.

El plazo para generar este plan para Hawái es de tres años, por lo que sus resultados deben quedar patentes en 2024.

El paradisíaco archipiélago de Hawái es uno de los puntos más alejados de Estados Unidos, pero también uno de sus destinos más deseados al ser uno de los lugares más accesibles para disfrutar de la naturaleza y las playas del Pacífico.

Pero dentro de las islas habitadas del estado existe una, la más pequeña de ellas, que lleva como sobrenombre La Isla Prohibida, y es un pedazo del paraíso donde difícilmente pondrás pie.

Al igual que la Isla Robins de Nueva York, se trata de un lugar que es propiedad privada, lo cual mantiene a la gente lejos de ella.

Como los otros destinos en nuestra serie de las islas prohibidas del mundo, la mejor manera de conocer estos lugares es leer sobre ellos, así que en Viajeros en Ruta te invitamos a conocerla.

¿Dónde está Ni’ihau?

Hawái es un archipiélago que hasta 1898 fue un país independiente, hasta que los Estados Unidos se lo anexaron sin consultar a la población de las islas.

El lugar se convirtió en estado en 1950, y está compuesto por ocho islas principales.

Mapa de Hawái

Ni’ihau es la más occidental de todas ellas, la más antigua en términos geológicos y una de las que tiene las poblaciones más pequeñas.

Historia de Ni’ihau

Ni’ihau es un lugar profundamente ligado a los mitos hawaianos, y se dice que cuando la diosa de los volcanes, Pele, llegó al archipiélago por primera vez, la eligió como su hogar.

Dentro de los eventos históricos, tenemos que la isla tuvo en su primer gran jefe a un personaje llamado Kahelelani, y fue tan importante que su nombre sobrevive en la artesanía en conchas que aún se fabrica.

piedra volcánica de Hawái

Otro personaje importante fue otro gran jefe, Ka’Eo, quien logró unificar a todas las tribus que lo habitaban.

Ka’Eo, quien vivió en el siglo XVIII, se casaría con la princesa de la isla vecina, Kauai’i y su hijo Kaumuali’i fue el primero que gobernó sobre ambas islas, siendo el comienzo de la unificación de todo el archipiélago, donde hasta entonces las islas se gobernaban cada una por su cuenta.

En 1810, las dos islas aceptaron unificarse con el resto de Hawái, que vivió así como un reino unificado, y fue en esta época que Ni’ihau pasó a ser propiedad privada.

Elizabeth Sinclair y la compra de la isla.

Los Sinclair eran una rica familia de productores de caña de origen escocés, que para 1846 vivían en Nueva Zelanda, cuando la desgracia los atacó.

Francis Sinclair era un capitán experto, y había salvado la vida del Duque de Wellington al escoltarlo a casa después de la famosa batalla de Waterloo, pero pese a su experiencia, el mar reclamó su vida.

Cuando viajaba con su hijo mayor a Wellington, su embarcación desapareció, y con ellos se fueron prácticamente todas las propiedades y productos de la familia.

Elizabeth Sinclair, su esposa, quedó sola y a cargo de otros cinco hijos y decidió buscar un nuevo lugar para vivir, por lo que vendió todo lo que les quedaba.

Tras pasar un tiempo en Canadá, Sinclair acabó prefiriendo el Pacífico, y terminó en Hawái, donde ofreció $10,000 dólares al rey Kamehameha IV a cambio de una de sus islas.

El Rey aceptó el dinero, y le otorgó la propiedad de Ni’ihau, en un trato que, tras la muerte del monarca fue cerrado por su hijo y sucesor, Kamehameha V.

Niihau, la isla prohibida

Los Sinclair no poseían dos pequeños pedazos de tierra que no pertenecían al Rey, pero terminaron por convencer a sus dueños de también venderlos, haciéndose así del 100% de la isla.

Hasta el día de hoy los descendientes de la familia, que hoy llevan como apellido Robinson, se mantienen como dueños.

¿Y qué pasó con la gente?

Por supuesto, Ni’ihau estaba habitada al ser comprada, y sus habitantes se quedaron a vivir ahí, manteniendo su modo de vida y años después trabajando para los Robinson.

La compra de la isla vino con una promesa, la de preservar y proteger la cultura de Hawái, y los Robinson han honrado esta promesa a lo largo de los siglos.

Esto tiene como consecuencia que, mientras el resto del archipiélago fue adaptándose al estilo de vida estadounidense, en Ni’ihau la población preservó el idioma hawaiano, que aún hoy es el más hablado.

playa de Niihau

También se mantienen modos de vida tradicionales, y no se ha permitido el ingreso de tecnología.

Por ello, Ni’ihau es, según lo entiendas, un paraíso o un infierno.

No hay caminos pavimentados, internet ni televisión, pero a cambio tampoco hay hidrocarburos, la energía de la isla viene de fuentes renovables y no se usan coches pues se prefiere la bicicleta y el simple senderismo.

Así, hay aspectos de la isla muy adelantados y que es hacia donde la humanidad tiene que moverse para evitar un colapso ecológico.

Ni’ihau hoy

La población de Ni’ihau no está completamente aislada, pero si se encuentra en descenso.

Si bien no hay un censo oficial, se calcula que debe tener unos 170 habitantes, sin contar quienes ocupan una base militar en el territorio, pero es posible que solo 35 de ellos vivan ahí permanentemente.

Los Robinson tienen un servicio de helicóptero, que comunica a sus habitantes con la cercana Kuai’i, donde muchos trabajan, se educan e incluso se acaban quedando.

Ni’ihau luchó mucho por mantener métodos de vida tradicionales, y por desarrollar industrias propias, pero mientras ellos han sido responsables con sus recursos, la presión externa sobre la naturaleza, también afectan el lugar, y han hecho casi imposible que esta cultura mantenga sus tradiciones.

Por falta de viabilidad económica, el rancho que daba empleo a los habitantes cerró, y también lo hicieron la apicultura y, por suerte, la producción de carbón.

El grueso de los ingresos de la isla vienen del dinero que da el ejército por mantener sus instalaciones, así como de la pesca de liza y de la artesanía en conchas, que ha alcanzado un nivel de maestría y es una de las mayores tradiciones hawaianas que se conservan.

Se están buscando industrias sostenibles para aumentar el empleo y recuperar población, pero la promesa de proteger la cultura tradicional hawaiana se mantiene.

¿Por qué esta prohibido visitarla?

Por ser una isla privada y por proteger la cultura local, nadie puede entrar a la isla sin permiso, y mucho menos habitarla, a menos que hayas nacido en ella.

Sin embargo, el sobrenombre de isla prohibida, no se le dio porque no se permitiera entrar, sino que surgió en los años 50, cuando se exigía un certificado de vacunación contra el polio.

Ni'ihau vista desde lejos

Esto fue para evitar que la epidemia que atacó al mundo esa década llegara a la isla y funcionó.

Un requisito como este ya no existe, pero si sigue estando fuera de límites para casi todos.

¿Realmente no puedo ir?

Si no eres nativo de Ni’ihau es difícil llegar a la isla, más no imposible.

Claro, puedes entrar si los Robinson te invitan, o si eres parte del ejército estadounidense que va a una misión a la isla.

Pero en la década de los 90, se abrió una posibilidad para el resto de los viajeros, y los dueños del lugar permitieron dos tipos de excursiones.

La mejor es un viaje en helicóptero de medio día, donde podrás visitar las playas vacías y pasear por el lugar, que entre sus tesoros tiene el lago más grande de Hawái.

No te puedes quedar, y es un viaje caro de $440 dólares y para mínimo cinco personas, pero pone este lugar que tan pocos viajeros en ruta han visto a tu alcance.

Puedes encontrar la información para visitar la isla, aquí.

Los incendios de Australia han acaparado titulares las últimas semanas, como una de las muestras más claras de lo inminente de la emergencia climática.

Los incendios forestales que han consumido doce veces más superficie que la que perdimos en los incendios de 2019 en el Amazonas.

La gravedad es tal que se teme que varias especias hayan sido llevadas a la extinción, y pueblos enteros han sido consumidos.

Lamentablemente, el gobierno de Scott Morrison es uno de los que tienen un peor desempeño frente al calentamiento global, y aún en la crisis se ha negado a admitir que estamos viviendo algo extraordinario.

Asimismo, Australia, uno de los países que más promueven la contaminante industria del carbón, es considerado junto a Estados Unidos, China, Rusia e India, uno de los que tienen mayor responsabilidad y que menos actúan ante algo que pone en riesgo nuestra supervivencia.

Más allá de las consecuencias climáticas, los incendios de Australia han afectado el turismo, y la Oficina de Turismo del país ha habilitado un sitio web con información actualizada para quienes están viajando o planean visitarlo.

Como viajero responsable, es importante tener esta información a la mano antes de visitar Australia.

¿Qué lugares turísticos han sido afectados por los incendios de Australia?

Las afectaciones por los incendios forestales de Australia se han concentrado en dos de los estados más visitados del país: Nueva Gales del Sur y Victoria.

Además, el Territorio de la Capital y Australia del Sur también tienen afectaciones importantes.

De acuerdo a Tourism Australia los lugares impactados y donde debes tener precaución, o de plano evitar son:

1.- Canberra

La capital del país tiene una de las ofertas culturales más importantes de Australia, y aunque no ha sufrido directamente los impactos del fuego, la cercanía con las zonas incendiadas.

Canberra ha sufrido una severa disminución en la calidad del aire, que ha llevado incluso a la suspensión del servicio de correo, por lo que no se recomienda hacer actividades al aire libre.

Igualmente, y ante la posibilidad de que el fuego se acerque, se ha declarado un estado de emergencia, por lo que debes estar atento en caso de que sea necesario evacuar.

2.- Sídney

La ciudad más conocida de Australia, de momento ha sufrido afectaciones en la calidad del aire. De momento no se pide evitar alguna actividad a menos que tengas problemas respiratorios, pero si debes estar monitoreando la calidad del aire cada día.

Pese a la crisis la ciudad celebró su famosa pirotecnia de año nuevo sin cambios.

3.- Isla Canguro

Se trata de uno de los lugares que más han sufrido la crisis y donde se teme que eistan especies endémicas que hoy estén extintas.

Incendios de Australia han dejado especies extintas en la Isla Canguro

El fuego sigue afectando la isla y no se esta recibiendo turismo, pues los vuelos son para servicios de emergencia y para los afectados.

4.- Gippsland Este

El condado es hogar de de los parques nacionales más remotos e inaccesibles de Australia, y ambos tienen una belleza incomparable en el país, se trata de Snowy River y de Errinundra.

Ha sido una de las zonas más golpeadas y el gobierno local ordenó una evacuación total de habitantes y visitantes el pasado 9 de enero, ante la amenaza de que los 21 incendios en la zona empeoraran aún más.

Varias comunidades han quedado aisladas y es imposible escapar de ellas por el riesgo de morir en las carreteras.

5.- Montañas Azules

A dos horas de Sídney, se trata de uno de los paisajes más bellos de Australia para hacer ecoturismo.

Patrimonio de la Humanidad, su naturaleza también las hace muy vulnerables a incendios y los servicios de bomberos de Nueva Gales del Sur han prohibido el paso a 5 zonas.

El riesgo es alto en el resto del lugar y no es posible hacer senderismo libremente, por lo que también es mejor evitar el área hasta que la emergencia se controle.

6.- Costa Sur de Nueva Gales del Sur

La zona que abarca desde el sur de Sídney hasta la frontera con el estado de Victoria es famosa por sus playas y pequeñas aldeas, además de una larga serie de Parques Nacionales.

Estos también han sufrido los estragos del fuego, sin embargo es una zona que permanece abierta al turismo ya que la situación aún no sale de control.

Aún así, a menos que ya tengas una reserva, es mejor elegir otro lugar de Australia para viajar.

Ciudades como Melbourne, Brisbane, Cairns y Adelaida, el oeste de Australia con centro en Perth y la desértica zona norte que tiene como principal atractivo a Uluru son todos lugares a donde los viajeros pueden ir sin riesgo.

Recuerda que donde quiera que estés, además de hacer turismo sostenible, lo más importante que puedes hacer es presionar a tu gobierno para atender la emergencia climática pasando a una economía libre de carbono.

Es muy probable que nunca hayas escuchado hablar de la isla de Bougainville, pero este lejano territorio de Oceanía está en camino de convertirse en el país más nuevo del mundo, y por ello pronto puede estar en tu lista de futuros destinos.

Su independencia aún no es un hecho, pero la semana pasada la isla votó en un referendo donde un abrumador 98% de la población votó por separarse de Papúa Nueva Guinea.

Contrario a la forma en que este tipo de ejercicios se ha dado en otros territorios, el referendo de independencia de Bougainville fue aprobado por el gobierno central de Papúa Nueva Guinea, lo cual facilita que los deseos de la isla se hagan realidad.

Y aunque el resultado no es vinculante, y aún falta que este se discuta en el parlamento de Puerto Moresby, y que Bougainville desarrolle las instituciones que requiere para existir como país, el resultado nos lleva a querer conocer un poco más de este rincón del mundo.

Admitimos una cosa, antes de recibir la noticia del resultado del referendo, Bougainville era un lugar del que tampoco sabíamos nada.

Pero la curiosidad nos picó, así que aquí te contamos un poco sobre este lugar que, en la próxima década, puede hacer oficial su independencia.

¿Dónde está Bougainville?

Se encuentra en Oceanía, y pertenece a Papúa Nueva Guinea, aunque físicamente es parte del archipiélago de las Islas Salomón.

Mapa que muestra donde se encuentra Bougainville

Además de su isla principal, tiene otra isla principal, Buka, donde está su capital y varias islas menores y atolones.

¿Por qué quiere independizarse?

Bougainville pertenece a Papúa Nueva Guinea no por una relación cultural o histórica, sino por caprichos del colonialismo, que en Oceanía, al igual que en África y Asia, definió buena parte de las fronteras.

El archipiélago fue parte de la colonia de la Nueva Guinea Alemana después de que este país acordara con el Reino Unido dividirse en dos el archipiélago de las Salomón.

habitantes de Bougainville en danza tradicional

La colonia, que se unificó únicamente para fines administrativos, permaneció como una al pasar a ser posesión australiana, y también cuando Papúa finalmente se independizó.

Pero lo cierto es que Bougainville nunca ha querido ser parte de Papúa, que se encuentra a 900 kilómetros de distancia, y ya en 1975 declaró su independencia, aunque no hubo un sólo país del mundo que los reconociera.

Bougainville tuvo una guerra civil de diez años con Papúa Nueva Guinea buscando separarse, en el que es considerado el conflicto militar más sangriento en Oceanía desde la Segunda Guerra Mundial.

El acuerdo de paz incluyó el acuerdo para celebrar el referendo en que se acaba de votar la independencia.

¿Cómo se llega a Bougainville?

El archipiélago está muy aislado y llegar a él es difícil. El único vuelo que existe parte de Puerto Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea y tiene como destino Buka, la capital.

Desde ahí necesitas tomar otro avión para llegar a Arawa, la isla principal.

Muelle en las aguas de las islas Arovo

También es posible moverse entre Buka y Arawa usando un taxi marítimo, que cruza el estrecho que separa ambas islas y que es la forma más económica de transportarse entre ambos lugares.

¿Qué se habla en Bougainville?

El idioma oficial es el inglés, pero es más común que escuches el Tok Pisín, el idioma criollo usado en gran parte de Papúa, o los idiomas indígenas locales como lo son el Keriaka, el Konua el koromira y el motuna.

¿Qué puedo ver en Bougainville?

Si llegas a visitar este lugar eres un verdadero aventurero y estarás descubriendo un lugar que prácticamente no ha sido desarrollado para el turismo.

Disfrutar de las islas y playas del lugar, puedes desde quedarte a conocer solo las capitales, o animarte a ir con marineros locales a las diversas islas del territorio, que según que tan lejos estén tienen alguna infraestructura o están completamente vírgenes.

Dado que el lugar tuvo parte en la Segunda Guerra Mundial, puedes buscar reliquias del conflicto, ya sean antiguas instalaciones o restos de batallas.

restos de la segunda guerra mundial en el Pacífico

El más importante son los restos del avión del almirante Yamamoto, el hombre que planeó el ataque a Pearl Harbour y que terminó sus días aquí cuando su avión fue atacado y cayó en la selva.

Finalmente, hacer ecoturismo es posible con una ruta de senderismo que toma aproximadamente tres días al monte Balbi, uno de los más importantes de la isla.

Para iniciar esta aventura debes negociar con un habitante de la isla para que te guíe por el camino y no acabes perdido en la selva tropical.

Una vez que se consiga su independencia, empezaremos a conocer más de Bougainville, pero ya se revela como uno de los destinos más exóticos de la tierra.

Uluru, en Australia es el monolito natural más grande del planeta y un símbolo del país reconocido a nivel mundial, pero los días en que los viajeros podían escalarla han llegado a su final.

Desde el 26 de octubre de 2019 la también llamada Ayers Rock sólo puede ser vista desde su base, honrando así los deseos de la civilización Anangu, que habita la zona y considera que Uluru es un espacio sagrado.

La fecha fue de festejo para los aborígenes, quienes lamentaron la falta de respeto de los últimos visitantes que, contra sus tradiciones, decidieron subir a la cima.

La gigantesca roca de arenisca, se levanta a 348 metros de altura en medio del desierto australiano, y es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Pese a la dificultad de llegar a ella, pues se encuentra a 450 kilómetros al sur de la ciudad más cercana, Alice Springs, Uluru es un importante atractivo turístico de Australia, y es visitada por más de 250,000 personas al año.

Esto ha provocado una difícil convivencia entre los visitantes y los anangu, que tras décadas de luchar lograron que se prohibiera escalar al monolito.

¿Por qué se prohibió escalar Uluru?

Para los Anangu Uluru es un espacio sagrado y por ello consideran indebido subir a su cima.

En 1985, el gobierno de Australia devolvió a los anangu la propiedad del monolito.

Viajeros toman fotos de Uluru en el territorio del Norte, Australia

Sin embargo, todo turista en la zona podía iniciar una caminata a la cima, y las autoridades se negaron a impedir esto, temiendo que de hacerlo, los ingresos y el interés de los viajeros en estar ahí bajara dramáticamente.

Lo que se comenzó a hacer, gracias a que el Consejo del Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta tiene entre sus miembros a representantes indígenas, fue una campaña de concientización.

Se colocaron señales en la ruta, advirtiendo que subir a Ayers Rock implicada romper las reglas sagradas de los anangu.

“Es un lugar extremadamente importante, no un parque turístico como Disneylandia” dijo Sammy Wilson, uno de los representantes de los anangu en el Consejo.

Afortunadamente, la mayor parte de los viajeros resultaron ser responsables, y la cantidad de visitantes que tomaban la decisión de subir, fue de apenas 20% en los últimos años.

Con estos resultados, y con el turismo en la zona sin verse afectado, el Consejo del Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta votó por unanimidad cerrar Ayers Rock a los visitantes, medida anunciada el 1 de septiembre de 2017.

La medida fue festejada por los anangu, y se señaló que el 26 de octubre de 2019 sería el primero con un cierre definitivo.

La fecha se eligió por tratarse del 34 aniversario del día en que Uluru volvió a manos aborígenes.

“Si viajo a otro país y hay un lugar sagrado de acceso restringido, yo no ingreso, lo respeto”, añadió Wilson, “Pasa lo mismo aquí con los anangu. Los turistas son bienvenidos, no estamos deteniendo el turismo, sólo esta única actividad.

Los últimos visitantes

Uluru Ayers Rock Australia cerrada a turistas

Aunque un turismo sostenible implica el respeto a la cultura que visitas, las últimas fechas en que se pudo subir a Ayers Rock, la zona se llenó de visitantes cuyo único interés fue ser de los últimos en subir.

Las filas en el sendero fueron de cientos de personas, que por poco perdieron la oportunidad de escalar por las condiciones climáticas, pero finalmente obtuvieron acceso.

Los últimos 8 en bajar, dieron entrevistas, mientras algunos anangu les pedían que se bajaran y otros lamentaban su egoísmo al convertir en un circo mediático personal lo que representaba un hito histórico para toda una civilización.

Incluso la académica indígena Marcia Langton tuiteó que todos los que decidieron subir pese a saber que insultaban a sus anfitriones sufrirán una maldición.

“Recordarán como profanaron este lugar sagrado hasta que mueran y la historia registrará su desprecio por la cultura aborigen”.

Tras su descenso, los letreros solicitando no subir fueron cambiados por otros que advierten que el lugar está permanentemente cerrado.

Al día siguiente comenzaron a desmontarse los barandales de metal que ayudaban a escalar.

Los anangu también señalaron que los viajeros no deben preocuparse por no poder trepar la roca, pues su cultura tiene mucho que ofrecer.

“Hay tantos lugares pequeños de enorme significado cultural que podemos compartir públicamente… [los visitantes] podrán experimentar esta tierra a lado de los anangu y disfrutar el hecho de que se irán aprendiendo mucho sobre nuestra cultura”, escribió Wilson.

De acuerdo a touroperadores, los próximos meses se tienen casi todos los recorridos llenos, por lo que no parece que el turismo vaya a descender.

La diferencia será que ahora, los Viajeros en Ruta podrán realizar actividades respetuosas y enriquecedoras junto a sus anfitriones anangu.

Quienes decidan no hacerlo se llevarán una multa de $4,300 dólares.

Es tiempo de que Uluru Australia descanse y sane dijo un anciano aborigen a la BBC.