Ceremonia del Fuego Nuevo
La ceremonia del Fuego Nuevo en el Cerro de la Estrella, Iztapalapa, ha sido retomada por varios grupos llamados de “tradición”. En la actualidad la tarde-noche del 19 de noviembre se realiza este ritual tal como lo hicieron nuestros ancestros durante cientos de años.
El fuego se origina girando fuertemente con las palmas de ambas manos un palo cilíndrico (mamalhuaztli) dentro del agujero de un madero rectangular (teocuahuitl). Con el roce entre las dos maderas secas se produce la lumbre.
El encendido del fuego simboliza el inicio del nuevo ciclo, y la alegría por el inicio de éste se expresa a través de danzas y cantos. Es, en definitiva, un ritual metafórico de cierre e inicio de ciclo, en donde podía terminar tanto la vida como el mundo.
Muerte del Sol y la total oscuridad del universo
Cada 52 años, con el inicio de los calendarios prehispánicos, los sacerdotes efectuaban la ceremonia del Fuego Nuevo, evitando así la muerte del Sol y la total oscuridad del universo de la que surgirían los temibles “devoradores de humanos”.
Para cerciorarse de que esto no ocurriera y la vida continuara otros 52 años, en cada hogar del valle de Anáhuac se apagaban todos los fuegos, desde las grandes antorchas hasta el más humilde fogón de cocina. Entonces… se encendía el Fuego Nuevo en el Cerro de la Estrella.
Antes de que fuese abandonada esta práctica, se tiene constancia histórica de estas ceremonias en los años 1351, 1403, 1455 y 1507. La última ceremonia antigua tuvo lugar la tarde del 6 de noviembre de 1507. A partir de entonces se interrumpió con la llegada de los conquistadores.
Este ritual se basaba en un evento astronómico por lo que ahora se conmemora el 19 de noviembre, por la deriva de las estrellas del cielo. El culto tiene lugar cuando la constelación de las Pléyades (Tianquiztli) es más visible y alcanzan su punto más alto en el cielo.
De seguir con los ciclos prehispánicos, la próxima Ceremonia del Fuego Nuevo se tendría que realizar el 20 de noviembre de 2027.
Reinauguración del Museo Fuego Nuevo
Con el propósito de resguardar los vestigios y piezas arqueológicas halladas en el Cerro de la Estrella, entre 1997 y 1998 en la ladera norte del Huizachtépetl, entre el Predio de la Pasión y la cumbre del cerro, se construyó un pequeño museo.
Es parte de la zona arqueológica del Cerro de la Estrella, una de las que existen en la Ciudad de México.
Debido a la relación del cerro con la ceremonia de inicio de ciclo el recinto, que asemeja a una pirámide, recibió el nombre de Museo Fuego Nuevo.
Obra del arquitecto David Peña, contiene placas con la leyenda de los cinco soles, reproducciones del antiguo calendario de códices y mapas que datan de 1580, así como también maquetas de la antigua región de los lagos y de la ceremonia del Fuego Nuevo.
El diseño arquitectónico enlaza lo histórico y lo moderno; el edificio por su propia condición permite al usuario ascender a la cima de la pirámide a través de las escalinatas laterales y recorrer sus pasillos escalonados dando un círculo perimetral en torno al edificio.
Tras una restauración el museo será reabierto al público este domingo 8 de abril. En Viajeros en Ruta estaremos ahí para conocer el nuevo recinto.
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